En el ámbito de la construcción, el plástico se ha vuelto parte integral de numerosos materiales, productos y métodos constructivos, lo cual ha exacerbado una crisis ambiental que tiene graves repercusiones en la vida de millones de seres vivos. Ante esta situación, una posible solución es prescindir del uso de plásticos, lo que está impulsando la búsqueda de alternativas libres de este material y orientando hacia un futuro en el que la arquitectura se aleja gradualmente de estos materiales contaminantes, promoviendo soluciones sostenibles que disminuyan nuestra dependencia de ellos y contribuyan a preservar el medio ambiente.
Sin embargo, es importante destacar que deshacerse del plástico no es una tarea fácil ni inmediata. A pesar de ello, es alentador observar cómo van surgiendo propuestas que, de manera progresiva, fomentan una gestión más responsable de los recursos, ofreciendo alternativas al uso de plásticos.
Entre estas alternativas se encuentran los azulejos de base biológica, desarrollados por Ginger Krieg, fundadora de StoneCycling, en colaboración con Biomason, quienes se inspiraron en el proceso natural sostenible de producción de cemento por parte de bacterias en los arrecifes de coral. Asimismo, destaca el biocemento sin emisiones de carbono, creado por cuatro profesores de la Universidad de Colorado Boulder, que emplea microalgas ricas en clorofila. También se mencionan las baldosas acústicas con núcleo de biso, concebidas a partir de las barbas de mejillón, inicialmente consideradas desechos, y desarrolladas por Seastex. Por último, se resalta el revoque de arcilla natural, una opción estética, ambientalmente beneficiosa y funcional, creada por Clayworks, que ofrece acabados saludables y transpirables para paredes y techos interiores.
Cada una de estas nuevas ideas confirma que cualquier avance hacia la reducción de nuestro uso de plástico es valioso. Aunque aún hay desafíos por delante, el simple acto de iniciar un cambio de enfoque es viable. Considerando que estas mejoras beneficiarán a las futuras generaciones, es esencial mantener este esfuerzo y seguir explorando nuevas formas de reutilizar los desechos plásticos. Este enfoque sin duda será más amplio y completo, siempre en línea con los principios que guían estas innovaciones: minimizar nuestro impacto en el medio ambiente.